Las medidas de reforzamiento del sistema financiero español va siguiendo sus pasos. El Banco de España ha cuantificado en 15.152 millones de euros el capital que tendrán que aumentar bancos y cajas de ahorro para cumplir con las exigencias de capital de la nueva regulación. Sin embargo esta cantidad se vería reducida sustancialmente cuando algunas entidades, como Bankia, empiecen a cotizar en bolsa. A continuación se expone un extracto del informe del Banco de España, en donde se refleja la situación de partida de capital social de cada entidad, el nivel de ratio de capital a cumplir en porcentaje y el cálculo de las necesidades de capital en porcentaje y en millones de euros con las observaciones correspondientes para cada entidad. Pulse en la imagen para ampliar.

Recuérdese que
- el capital principal incluye el capital social, las reservas efectivas y expresas, las primas de emisión, los ajustes positivos por valoración de activos financieros disponibles para la venta que formen parte del patrimonio neto, los intereses minoritarios, los instrumentos financieros suscritos por el FROB y los instrumentos convertibles en acciones antes del 31 de diciembre de 2014. El importe anterior se minorará con los resultados negativos de ejercicios anteriores y las pérdidas del ejercicio corriente, incluidos los ajustes negativos por valoración netos de efectos fiscales.
- el ratio de capital es el 8%, esto es, el capital principal mínimo exigible a las entidadeses es el 8% de las exposiciones totales ponderadas por riesgo. Ese ratio se eleva al 10% para aquellos grupos o entidades que no hayan colocado títulos representativos de su capital social o derechos de voto a terceros por al menos el 20% y que, además, presenten un porcentaje de financiación mayorista superior al 20%. Estas exigencias de capital son más altas que las requeridas por Basilea III.
Por tanto, para cubrir esas exigencias de capital, los grupos de cajas tratarán de evitar ese recargo del 2% saliendo al mercado para alcanzar ese nivel del 20% del capital social en manos de terceros, custión que es más fácil con su transformación en banco y cotizando en bolsa. Medidas ya adoptadas o en vías de serlo por los principales grupos de cajas de ahorro españoles.
Las críticas a tales medidas se realizan en varios aspectos. En primer lugar, una serie de críticas se centran en el hecho de exigir un ratio de capital superior al de Basilea III al denotar, en sí mismo, una falta de credibilidad del sistema, en contra con el intento de ganar confianza de las medidas. Así mismo esta exigencia mayor es una desventaja competitiva para las entidades españolas.
Ese incremento de necesidades de financiación tiende a encarecer la financiación y, por otra parte, al tener que cumplir un ratio de capital más elevado un posible efecto es intentar eludir mayores necesidades de fondos de capital reduciendo los activos ponderados, es decir, el crédito. En consecuencia, se tendería a dar menos crédito y la economía reduciría su nivel de apalancamiento con sus consiguientes efectos sobre la rentabilidad y competitividad. Para reducir tales efectos, Basilea preparó unos calendarios dilatados en el tiempo para su entrada en vigor que, sin embargo, en España se aceleran.
Otra línea de críticas se centran en que la reforma se debería realizar sobre la transparencia en la valoración de los activos. Así, el informe «Objetivos y consecuencias de la nueva reforma de sistema financiero español» presentado por PwC e IE Business School, señala que la reforma actual pone el acento en la ratio de capital en lugar de en la transparencia en la valoración de los activos, e indica que «sin un saneamiento real y transparente de los activos será muy difícil la captación de recursos propios por parte de las entidades, ya que esos elementos no saneados pueden impedir que entren inversores en el capital de las entidades y, de hacerlo, sería exigiendo descuentos muy fuertes.»
Ver informe del Banco de España
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