El Plan de Rescate de Bush, rescató empresas pero no así a la Economía. En su interpretación más benévola impidió que ésta se hundiese más pero no pasó de eso. El Plan de Estímulo de Obama, esperemos que estimule con mayor convicción que el otro plan rescató.
Si se miran los votos a favor y en contra, no está el tema claro. Sólo un voto más de los necesarios permitió aprobar el Plan de Estímulo de Obama. Eso podría ser suficiente para ilusionar si la economía no es demasiado exigente.
El Plan de Estímulo de la economía de Obama prevee destinar 787.000 millones de dólares, alrededor del 7% del PIB de EE UU en 2008 a reactivarla. En números redondos dos terceras partes del plan se dedican a inversión y gasto público mientras que la tercera parte se refiere a recortes e incentivos fiscales.
La inversión se dirige especialmente a infraestructuras, muchas de ellas dirigidas a la energía limpia y eficiente que luchen contra el cambio climatico, así como a aplicación de recursos en necesidades básicas como sanidad, ciencia, tecnología y educación.
La mejora en infraestructuras rapidamente se ha visto traducida en unas espectativas favorables para aquellas empresas que se dedican a energías renovables asi como la construcción de carreteras, puentes, canales, presas, depuración de agua, además de las que optan por obras nuevas y reparaciones de aeropuertos, vías ferroviarias y puertos. Enseguida se dispara la imaginación y ya se buscan nombres de empresas de todos los países en posibles beneficiarias de tales ayudas. Sin embargo, hay una clausula que podría restringir mucho a los posibles candidatos. Es la cláusula «Buy American» que obliga a utilizar hierro, acero y productos manufacturados estadounidense en obras de infraestructura financiadas por el plan.
La educación va a percibir por diversos conceptos alrededor de 100.000 millones.
Las reducciones fiscales van dirigidas a distintos objetivos entre los que destaca las rebajas fiscales para la clase media. Una de las medidas se dirige a destinar 70.000 millones para evitar que el Impuesto Alternativo Mínimo afecte a la clase media. Por otra parte se estimula la compra de viviendas con 15.000 dólares para los compradores de casas, así como una moratoria en los embargos al a que ya se han anticipado a sumarse JP Morgan y Citigroup
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