Los dos escenarios de ondas de elliott para el ibex y el resto de índices europeos que venimos mostrando como posibles, señalaron que “tocaba corregir” desde los máximos alcanzados recientemente. Antes de ayer llegaron a un punto que marcaban una corrección, de desigual medida por supuesto, pero altamente probable en ambos casos.
Según el escenario 1 que hemos ido denominando de corrección en plana, en los índices europeos se completó la onda c de
En el escenario 2, de una nueva onda impulsiva al alza, se habría completado la onda 3 y, en consecuencia se abre paso la onda correctiva 4. Como resulta obvio, la caída en esta ocasión debería detenerse mucho antes, en niveles en torno a 14.400 para el ibex, en el caso de ceder el 14.700 o de 4.250 para el eurostoxx y 7.080 para el dax, como máximo.
Por tanto, parecía que la corrección tenía alta probabilidad de producirse si se mira desde el prisma de las ondas. Coincide esta apreciación si atendemos a los datos que se vienen produciendo en las últimas horas. La publicación de las actas de la última reunión del Banco de Inglaterra dio lugar a compras de libras y a una relación con el dólar que no se conocía desde hace 26 años. La caída de la cotización del dólar también se produjo frente al euro que se cambiaba en torno a los 1,36 dólares, amenazando superar los máximos históricos de finales de 2.004. A partir de ahí, podría enumerarse la cadena de efectos clásicos, entre los que cabría destacar la connotación nociva del encarecimiento del euro para las empresas exportadoras europeas. A la par, en el área asiática se detectan, concretamente, en Japón signos de aumento de la inflación, discretos pero suficientes para generar expectativas de subida de tipos y, por derivación, alterar la operativa que ha venido a denominarse carry trade y que consiste en endeudarse en yenes para invertir en mercados con tipos de interés más altos. Pero quizás el impacto mayor lo ha producido el endurecimiento de las medidas monetarias en China, cuyos intentos de reducir la liquidez del sistema no llegan a dar su fruto ante la mirada atenta y temerosa del resto del mundo.