Mañana se inicia la presentación de resultados empresariales y la expectación es máxima porque se va a mostrar como se ha definido el debate entre los menores índices de actividad que la crisis ha conllevado contra las reducciones de costes laborales y financieros.
En principio, se espera un aumento en los beneficios empresariales globalmente por el efecto de los menores costes más que por un incremento en los niveles de facturación. Distintas señales han ido apuntando un aumento de las ventas y de las prestaciones de servivios de gran parte de las empresas y si a ello se unen los muchos despidos de puestos de trabajo realizados y la contencion de costes laborales en su conjunto, más el hecho que el tipo de interés se mantenga en niveles mínimos, el resultado debe traducirse en una mejora en los beneficios de las empresas. Este debate parece resolverse de esta forma salvo que el impago o el riesgo de crédito haya deteriorado en exceso.
Así pues, estos resultados que mañana se empiezan a conocer, esta vez nos tienen que confirmar si la mejoría que apuntan los gráficos y las cotizaciones de bolsa han anticipando certeramente la situación económica. Alcoa tiene la primera palabra.
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