Grifols ha comunicado a la CNMV los resultados trimestrales, indicando que la facturación de aumentó un 14,9% en los 9 primeros meses de 2009 y alcanzó 689,6 millones de euros. El incremento de las ventas de los principales hemoderivados, en especial factor VIII y albúmina, estimularon el crecimiento del grupo que, además, se ha visto impulsado por la favorable evolución de los ingresos en la división Diagnostic. Las ventas de la división Bioscience estuvieron un 15,6% por encima de las obtenidas en el mismo periodo de 2008 y ascendieron a 524,3 millones de euros, las de Diagnostic fueron un 19,8% superiores hasta 76,2 millones de euros y en Hospital el aumento fue del 2,3% hasta 63,4 millones de euros.
Además, en línea con la tendencia ya registrada en el primer semestre de 2009, Grifols ha mantenido la política de contención y control de costes. Como resultado, el margen EBITDA se amplía hasta el 30,0% sobre ventas, que representa una mejora de 100 puntos básicos en relación con los 9 primeros meses de 2008. Así, el resultado bruto de explotación (EBITDA) aumenta un 18,8% y se sitúa en 206,9 millones de euros.
El beneficio neto acumulado hasta el tercer trimestre de 2009 asciende a 117,1 millones de euros, reflejando un incremento del 26,1% en relación con el mismo periodo del ejercicio precedente. Además, también mejora su rentabilidad sobre ventas, que se sitúa en el 17,0% frente al 15,5% obtenido en el mismo periodo del año anterior.
A septiembre de 2009, la deuda financiera neta de Grifols ascendía a 596,2 millones de euros, que supone un ratio de 2,2 veces EBITDA, similar al registrado en el mismo periodo del ejercicio precedente y manteniendo la solidez del balance de la compañía.